Justificación, fines y objetivos:
Muchas pautas clínicas para la prevención de enfermedades cardiovasculares (ECV) contienen tablas / calculadoras de estimación de riesgos. Estos han mostrado una tendencia a sobreestimar el riesgo, lo que indica que puede haber fallas teóricas en los algoritmos. El colesterol total es una variable de uso frecuente en las estimaciones de riesgo. Algunos estudios indican que las propiedades predictivas del colesterol podrían no ser tan directas como se supone ampliamente. Nuestro objetivo fue documentar la fuerza y la validez del colesterol total como factor de riesgo de mortalidad en una población noruega general bien definida y sin ECV conocida al inicio del estudio.
Métodos
Evaluamos la asociación del colesterol sérico total con la mortalidad total, así como la mortalidad por ECV y cardiopatía isquémica (CI), utilizando modelos de riesgo proporcional de Cox. La población de estudio comprende 52.087 noruegos, de edades comprendidas entre 20 y 74 años, que participaron en el Estudio de salud Nord-Trøndelag (HUNT 2, 1995-1997) y fueron seguidos por mortalidad por causas específicas durante 10 años (510297 años-persona en total).
Resultados
Entre las mujeres, el colesterol tenía una asociación inversa con la mortalidad por todas las causas [cociente de riesgos (HR): 0,94; 95% intervalo de confianza (IC): 0,89–0,99 por 1,0 mmol L −1 aumento], así como la mortalidad por ECV (HR: 0,97; IC 95%: 0,88–1,07). La asociación con la mortalidad por CI (HR: 1,07; IC del 95%: 0,92 a 1,24) no fue lineal, pero parecía seguir una curva en forma de U, con la mortalidad más alta <5.0 y ≥7.0 mmol L −1 . Entre los hombres, la asociación del colesterol con la mortalidad por ECV (HR: 1,06; IC del 95%: 0,98 a 1,15) y en total (HR: 0,98; IC del 95%: 0,93 a 1,03) siguió un patrón en forma de «U».
Conclusión
Nuestro estudio proporciona una indicación epidemiológica actualizada de posibles errores en los algoritmos de riesgo de ECV de muchas guías clínicas. Si nuestros hallazgos son generalizables, se deben revisar las recomendaciones clínicas y de salud pública con respecto a los «peligros» del colesterol. Esto es especialmente cierto para las mujeres, para quienes el colesterol moderadamente elevado (según los estándares actuales) puede resultar no solo inofensivo sino incluso beneficioso.