En las últimas décadas, los estudios epidemiológicos observacionales han informado que la ingesta de frutas y verduras ricas en diversas vitaminas y antioxidantes reduce el riesgo. Se ha estimado que, si un individuo aumenta la ingesta de frutas y verduras hasta 600 g al día, la carga mundial de la enfermedad podría reducirse en un 31% para la enfermedad isquémica del corazón y 19% para el ictus isquémico. A diferencia de la evidencia de frutas y verduras, sin embargo, muchos ensayos controlados aleatorios han informado hallazgos inconsistentes con respecto a la eficacia de la suplementación con vitaminas y antioxidantes en enfermedades cardiovasculares.
Por tanto, el objetivo de esta revisión es evaluar la eficacia de los suplementos de vitaminas y antioxidantes en la prevención de enfermedades cardiovasculares.