El cáncer de próstata es el más frecuente entre los varones de los países desarrollados. España registra más de 250.000 hombres con dicho tumor, y 30.884 serán nuevos casos diagnosticados en 2022 según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).
Una investigación de la Universidad de East Anglia (UEA) y del Norfolk and Norwich University Hospital (Inglaterra) ha evaluado los resultados de ejercicio físico a corto plazo en pacientes con cáncer de próstata avanzado que comienzan terapia de privación de andrógenos (terapia hormonal). El objetivo era reducir los efectos secundarios adversos de esta terapia, como el incremento de peso y un mayor riesgo de problemas cardiacos. Se halló que el programa de tres meses de intervención de entrenamiento aeróbico y de resistencia previno cambios adversos en la condición física y la fatiga cardiopulmonar.
Ignacio Moncada, jefe del Servicio de Urología del Hospital Sanitas La Zarzuela, explica que el beneficio observado se debe, fundamentalmente, a que «mejora la masa muscular y la masa ósea, que se reduce a consecuencia del tratamiento hormonal (de supresión de la testosterona, responsable de la masa muscular)» y matiza algunos aspectos de la investigación: «los pacientes que reciben terapia hormonal es porque tienen la enfermedad avanzada, de forma que aquellos que se encuentren mejor serán los que participarán en programas de ejercicio físico».
Otro aspecto relevante es que los tumores de próstata que requieren tratamiento hormonal aparecen en hombres de más edad, sobre todo a partir de los 60 años, y tal vez no se encuentren en las mejores condiciones físicas. Otro estudio, aparecido en ‘Human Kinetics Journal’, que también comparó los efectos del ejercicio de resistencia y del aeróbico en pacientes con cáncer de próstata tratados con terapia hormonal, llegó a una conclusión conciliadora: el programa de resistencia obtiene claros beneficios en calidad de vida relacionada con la salud mientras que los ejercicios aeróbicos permiten hacer más tiempo de actividad física.
Como conclusión integral, no hay que dejar de lado la alimentación, otro factor que desempeña un papel relevante en el cáncer de próstata. La ciencia señala diferentes alimentos con propiedades preventivas para este tumor, como el café, el resveratrol o el licopeno. Sin embargo, los nutricionistas prefieren hablar de la dieta en conjunto.
Enlace a la fuente original: Gómez, A. (2022) Este es el ejercicio que reduce los efectos adversos de la terapia del cáncer de próstata. Alimente El Confidencial.