Durante el siglo pasado, la noción de que la vitamina C puede usarse para tratar el cáncer ha generado mucha controversia. Sin embargo, los nuevos conocimientos sobre las propiedades farmacocinéticas de la vitamina C y los recientes estudios preclínicos de alto perfil han revivido el interés en la utilización de altas dosis de vitamina C para el tratamiento del cáncer. Los estudios han demostrado que la vitamina C farmacológica se dirige a muchos de los mecanismos que las células cancerosas utilizan para su supervivencia y crecimiento.
En este artículo de opinión, discutimos cómo la vitamina C puede atacar tres vulnerabilidades que comparten muchas células cancerosas: desequilibrio redox, reprogramación epigenética y regulación de la detección de oxígeno.