Los gliomas de alto grado (HGG) son tumores cerebrales primarios agresivos que confieren un mal pronóstico. A pesar del tratamiento de modalidad combinada agresiva, las HGG recurren invariablemente. Los esfuerzos y recursos de investigación considerables se han centrado en la identificación de terapias novedosas para los GAG; sin embargo, los tratamientos estándar no han cambiado significativamente en más de 10 años, desde la introducción de la quimiorradioterapia concomitante con temozolomida. Se ha demostrado que la hipertermia (HT) mejora la eficacia del tratamiento con radiación (RT) en numerosos tipos de cáncer a través de múltiples mecanismos, que incluyen deterioro de las vías de reparación del ADN, aumento de la perfusión / oxigenación de los tumores y activación del sistema inmunológico. En las décadas de 1980 y 1990, la combinación de HT con RT de haz externo y braquiterapia intersticial se evaluó ampliamente en HGG, que culminó en un ensayo controlado aleatorio que demostró una supervivencia superior en pacientes que recibieron TH y RT combinadas. Sin embargo, la HT no se adoptó como práctica común para la HGG debido a la necesidad en ese momento de procedimientos de implantación invasivos, desafíos para monitorear y mantener una elevación de temperatura localizada y homogénea dentro del tejido tumoral, así como otros desafíos técnicos y logísticos. La ecografía focalizada guiada por resonancia magnética (MRgFUS) es una tecnología relativamente nueva en uso clínico que es capaz de realizar una TH transcraneal de alta precisión y tiene el potencial de superar muchas de las limitaciones enfrentadas en ensayos anteriores que combinan HT y RT en GAG. En esta revisión, detallamos y compilamos los resultados clínicos previos de HT y RT combinados en pacientes con HGG.
RT
Una revisión narrativa de la hipertermia regional: actualizaciones de 2010 a 2019
El papel de la hipertermia (HT) en la terapia del cáncer y los cuidados paliativos se ha discutido durante años en la literatura. Hay muchos artículos que muestran una buena viabilidad de la TH y su eficacia en términos de mejora de la respuesta tumoral y la supervivencia. Sin embargo, la HT nunca ha ganado suficiente interés entre los oncólogos como para convertirse en una terapia estándar en la práctica clínica. La principal ventaja de la TH es la mejora de los beneficios de la quimioterapia (CHT), la radioterapia (RT), la quimiorradioterapia (CRT) y la inmunoterapia.
Este efecto se ha confirmado en varios tipos de tumores: cáncer de esófago, gastrointestinal, páncreas, mama, cuello uterino, cabeza y cuello, vejiga y sarcoma de tejidos blandos. Los efectos de la HT incluyen cambios de oxigenación y perfusión, inhibición de la reparación del ADN y activación del sistema inmunológico como consecuencia de la exposición a nuevos antígenos.
La literatura muestra una amplia variedad de estudios aleatorizados, no aleatorizados y observacionales, y datos prospectivos y retrospectivos para confirmar la ventaja de la asociación de HT con CHT y RT. Todavía hay muchos ensayos en curso sobre este tema. Este artículo resume la literatura disponible sobre HT con el fin de actualizar el conocimiento actual sobre el uso de HT en asociación con RT y / o CHT desde 2010 hasta 2019.