Recientemente ha habido un entusiasmo sustancial con respecto al papel potencial de la vitamina D en la prevención primaria y secundaria del cáncer. Los estudios de laboratorio demuestran una variedad de efectos anticancerígenos para los compuestos de vitamina D, pero los estudios en humanos han arrojado pocas pruebas consistentes que respalden una asociación protectora. Los niveles más altos de vitamina D en circulación (es decir, 25-hidroxivitamina D o 25 (OH) D) parecen estar asociados con un riesgo reducido de neoplasias malignas colorrectales y vesicales, pero un mayor riesgo de cáncer de próstata y posiblemente de cáncer pancreático, sin una asociación clara para la mayoría de los demás sitios de órganos examinados. A pesar de que no existen recomendaciones institucionales oficiales sobre el uso de suplementos de vitamina D para la prevención del cáncer, los exámenes de detección de deficiencia de vitamina D y el uso de suplementos de vitamina D han aumentado sustancialmente en la última década.
Enlace al estudio > https://academic.oup.com/epirev/article/39/1/28/3807305