El uso de la hipertermia como tratamiento en oncología es un tema común de debate. Algunos investigadores esperan un avance en los tratamientos oncológicos con hipertermia, mientras que otros han ignorado el método. Han surgido serias preguntas sobre la hipertermia. ¿Se debe utilizar un calentamiento homogéneo (isotérmico) o heterogéneo (selectivo)? Cuando usamos el calentamiento selectivo (heterogeneidad), ¿se debe enfocar todo el tumor o se deben seleccionar individualmente las células malignas? ¿El mecanismo involucra muerte celular térmica o muerte celular asistida térmicamente? ¿El objetivo es la necrosis o apoptosis? ¿Es segura la hipertermia como monoterapia o tiene que combinarse con tratamientos convencionales? Cuando la selección es local, ¿Cómo actuamos sobre las células diseminadas que representan un alto riesgo de metástasis potencialmente mortales? Cuando la calefacción local es el foco, ¿cómo debería llevarse a cabo con medidas y controles?
El objetivo es mostrar cuán precisa es la transferencia de calor selectiva para eliminar las células malignas y, en consecuencia, cómo la hipertermia como parte de la inmunooncología puede cambiar el juego en este prometedor campo de terapias oncológicas.
El paradigma de la hipertermia es simple: calentar con la máxima potencia posible y mirar qué sucede. El Dr. Storm proporcionó una crítica, afirmando que «los errores cometidos por la comunidad de hipertermia pueden servir como lecciones que los investigadores no deben repetir en otros campos novedosos de tratamiento del cáncer».