La medicina enfrenta una crisis con los «superinsectos» emergentes, los virus letales (Ébola) y los agentes patógenos furtivos como las infecciones transmitidas por garrapatas. Miles de personas mueren en todo el mundo por enfermedades que alguna vez fueron tratables fácilmente. La terapia con ozono, ampliamente estudiada, puede ser una valiosa terapia complementaria o independiente. El ébola vuelve a devastar África con más de 2000 ya muertos, con una tasa de mortalidad del 65%. El mundo necesita desesperadamente una terapia antiinfecciosa segura, económica y efectiva a la que los microbios no desarrollen resistencia. Las terapias de oxidación han mostrado un perfil de seguridad extremadamente alto, sin informes creíbles de lesiones significativas más allá de la irritación de las venas. La ozonoterapia, la más estudiada y menos costosa de realizar, es en sí misma un germicida, no un antibiótico, y mejora varios parámetros fisiológicos esenciales para la defensa de la infección. Informes recientes indican respuestas muy favorables a las enfermedades bacterianas y virales, incluido el Ébola. A pesar de la falta de rentabilidad comercial (no patentable), la medicina haría bien en revisar sus raíces de la terapia de oxidación antes de la era antibiótica, especialmente el ozono en la crisis actual.
modulación inmune
Modulación inmune por la vitamina D: énfasis especial en su papel en la prevención y el tratamiento del cáncer
Se sabe que la vitamina D está involucrada en la homeostasis mineral y ósea durante muchos años. En el pasado su uso principal era en el tratamiento de la osteoporosis y el raquitismo. En los últimos años se descubrió que la vitamina D es un agente modulador de la inmunidad y también puede tener un papel en varias enfermedades, incluidas las enfermedades autoinmunes. Los efectos de modulación inmunológica parecen estar mediados por la interacción de la vitamina D con el receptor de vitamina D (VDR) que tiene efectos transcripcionales y se expresa en varios tipos de células, especialmente en los del sistema inmunitario. Las enfermedades inmunológicas y reumatológicas fueron las primeras en estudiarse, pero en este momento se destacan las interacciones entre las células tumorales y la vitamina D. Esta revisión se centra en cuatro formas de cáncer que aparentemente se benefician de una suplementación de vitamina D durante el tratamiento: próstata, mama , y cánceres colorrectales y melanoma. Varios estudios informaron que existen diferencias entre los pacientes blancos y los negros, que analizamos en la revisión.
Enlace al estudio > https://www.clinicaltherapeutics.com/article/S0149-2918(17)30194-7/fulltext