El selenio (Se) es un oligoelemento esencial para el curso apropiado de los procesos vitales en el cuerpo humano. También es un componente del centro activo de la glutatión peroxidasa que protege las membranas celulares contra los efectos adversos de los peróxidos lipídicos de H2O2. Las encuestas epidemiológicas han demostrado que la deficiencia de selenio en el cuerpo puede contribuir a un mayor riesgo de ciertas enfermedades neoplásmicas (incluyendo carcinoma de colon, carcinoma gástrico, carcinoma pulmonar y carcinoma de próstata), así como enfermedades del sistema cardiovascular, óseo y nervioso. Además de su prevención del cáncer y sus actividades antioxidantes, el selenio protege al cuerpo contra los efectos perjudiciales de los metales pesados y determina el funcionamiento adecuado del sistema inmunológico. Además, el selenio desempeña un papel importante en el funcionamiento ininterrumpido del sistema reproductivo. Muchos estudios han abordado las correlaciones entre su ingesta y fertilidad, así como los trastornos de los procesos de procreación. Las deficiencias de selenio pueden provocar complicaciones gestacionales, abortos espontáneos y daños en los sistemas nervioso e inmune del feto.
Se ha demostrado que una baja concentración de selenio en el suero sanguíneo en la etapa temprana del embarazo es un predictor del bajo peso al nacer de un recién nacido. Una deficiencia de este elemento también puede causar infertilidad en los hombres al causar un deterioro en la calidad del semen y en la motilidad de los espermatozoides.