La carcinomatosis peritoneal y pleural son complicaciones tardías de un tumor primario desarrollado principalmente en los órganos abdominales. La peritoneotomía seguida de quimioterapia intraperitoneal hipertérmica (HIPEC) representa una intervención factible y efectiva, que sin embargo tiene riesgos considerables y no puede garantizar la cura.
Parece razonable proponer y discutir el tratamiento basado en la aplicación intraperitoneal de ozono, ya sea como un gas o disuelto en una solución fisiológica. Se han implantado catéteres silásticos ligeros y flexibles en las cavidades peritoneales. Dos protocolos distintos han sido utilizados. El protocolo A se ha basado en cinco sesiones sucesivas diarias. Para cada sesión, la concentración de ozono fue de 50 μg / ml con un volumen de gas de 2000-2500 ml, por lo que se utilizó una dosis total de ozono de 100-125 mg. En el Protocolo B se utilizaron por la mañana las insuflaciones de la mezcla de oxígeno y ozono gaseoso a bajas concentraciones de ozono y por la tarde la infusión intraperitoneal de una emulsión de lípidos estéril en solución de NaCl ozonizado al 0,9% (42 ° C).
El ozono no solo posee actividad citotóxica directa sobre las células neoplásicas peritoneales, sino que a través de sus mensajeros estimula una serie de actividades biológicas importantes entre las cuales se encuentran la estimulación inmune, así como la activación y la regulación positiva de las enzimas antioxidantes. En comparación con los fármacos quimioterapéuticos, el ozono muestra solo una actividad oxidante local sin toxicidad multiorgánica. Además, es un fármaco de bajo costo y es fácil de usar en dosis definidas con precisión.