La homocisteína (Hcy) es un aminoácido no proteinogénico que contiene azufre formado durante el metabolismo del aminoácido esencial metionina. Hcy se considera un factor de riesgo para la aterosclerosis y la enfermedad cardiovascular (ECV), pero la base molecular de estas asociaciones sigue siendo difícil de alcanzar. El deterioro de la función endotelial, un evento inicial clave en el contexto de la aterosclerosis y las ECV, se observa de forma recurrente en la hiperhomocisteinemia (HHcy). Diversas observaciones pueden explicar la toxicidad vascular asociada con HHcy. Por ejemplo, Hcy interfiere con la producción de óxido nítrico (NO), un regulador maestro gaseoso de la homeostasis endotelial. Además, Hcy desregula las vías de señalización asociadas con otro gasotransmisor endotelial esencial: el sulfuro de hidrógeno. Hcy también media la pérdida de sistemas antioxidantes endoteliales críticos y aumenta la concentración intracelular de especies reactivas de oxígeno (ROS) que producen estrés oxidativo. ROS perturba el metabolismo de las lipoproteínas, lo que contribuye al crecimiento de lesiones vasculares ateroscleróticas. Además, el exceso de Hcy puede incorporarse indirectamente a las proteínas, un proceso denominado proteína N-homocisteinilación, que induce daño vascular. Por último, la hipometilación celular causada por la acumulación deLa S- adenosilhomocisteína (AdoHcy) también contribuye a la base molecular de la toxicidad vascular inducida por Hcy, un mecanismo que ha merecido nuestra atención en particular. AdoHcy es el precursor metabólico de Hcy, que se acumula en el contexto de HHcy y es un regulador negativo de la mayoría de las metiltransferasas celulares. En esta revisión, examinamos la biosíntesis y el catabolismo de Hcy y revisamos críticamente los hallazgos recientes que vinculan la interrupción de este metabolismo y la disfunción endotelial, enfatizando el impacto de HHcy en el estado de metilación de las células endoteliales.
aterosclerosis
Una dieta basada en plantas, aterogénesis y prevención de enfermedades coronarias
Una dieta basada en plantas es cada vez más reconocida como una alternativa más saludable a una dieta cargada de carne. La aterosclerosis asociada con una alta ingesta dietética de carne, grasa y carbohidratos sigue siendo la principal causa de mortalidad en los EE. UU. Esta condición resulta del daño progresivo a las células endoteliales que recubren el sistema vascular, incluido el corazón, lo que lleva a una disfunción endotelial. Además de los factores genéticos asociados con la disfunción endotelial, muchos factores dietéticos y de otro estilo de vida, como el consumo de tabaco, el alto consumo de carne y grasas y el estrés oxidativo, están implicados en la aterogénesis. Los polifenoles derivados de la ingesta de plantas en la dieta tienen efectos protectores sobre las células endoteliales vasculares, posiblemente como antioxidantes que evitan la oxidación de las lipoproteínas de baja densidad. Recientemente, los metabolitos de la L-carnitina, como el trimetilamina-N-óxido, que resulta de la ingestión de carne roja, se ha identificado como un posible marcador predictivo de enfermedad coronaria (CAD). El metabolismo de la L-carnitina por el microbioma intestinal está asociado con la aterosclerosis en omnívoros pero no en vegetarianos, lo que respalda los beneficios de CAD de una dieta basada en plantas. El trimetilamina-N-óxido puede causar aterosclerosis a través de la activación de macrófagos. Sugerimos que un cambio hacia una dieta basada en plantas puede conferir efectos protectores contra la CAD aterosclerótica al aumentar los factores protectores endoteliales en la circulación y al mismo tiempo reducir los factores que son perjudiciales para las células endoteliales. La relación relativa de factores protectores a la exposición endotelial perjudicial puede ser un enfoque novedoso para evaluar un beneficio dietético objetivo de una dieta basada en plantas.
Asociaciones transversales y prospectivas de la regularidad del sueño evaluada por actigrafía con anomalías metabólicas: el estudio multiétnico de la aterosclerosis
OBJETIVO: Investigar de forma transversal y prospectiva la asociación entre los patrones de sueño irregulares, un marcador potencial para la interrupción circadiana y las anomalías metabólicas.
DISEÑO Y MÉTODOS DE INVESTIGACIÓN: En el Estudio Multiétnico de Aterosclerosis, los participantes completaron la actigrafía de 7 días en el examen 5 (2010-2013) y fueron seguidos prospectivamente durante el examen 6 (2016 a 2017). La regularidad del sueño se cuantificó mediante el SD de 7 días de duración del sueño evaluada por actigrafía y el momento de inicio del sueño. Las anomalías metabólicas fueron definidas por 1 ) los criterios del Panel III de Tratamiento de Adultos del Programa Nacional de Educación sobre el Colesterol y 2 ) una agrupación de factores metabólicos basada en datos.
RESULTADOS: En el análisis transversal del examen 5 ajustado por factores sociodemográficos y de estilo de vida ( n = 2,003), cada aumento de 1 h en la duración del sueño SD se asoció con 27% (IC 95% 1.10, 1.47) mayores probabilidades de síndrome metabólico, y cada aumento de 1 h en el tiempo de sueño SD se asoció con 23% (IC 95% 1.06, 1.42) mayores probabilidades. Las asociaciones siguieron siendo significativas, con ajustes adicionales para los factores relacionados con el sueño, incluida la duración del sueño. En el análisis prospectivo ( n= 970), el odds ratio (OR) totalmente ajustado correspondiente (IC del 95%) fue 1.27 (0.97, 1.65) para la duración del sueño y 1.36 (1.03, 1.80) para el tiempo de sueño. En comparación con el grupo de pocos cambios metabólicos, cada aumento de 1 h en la variabilidad del sueño se asoció con probabilidades casi duplicadas para el grupo caracterizado por la incidencia de anomalías metabólicas múltiples (OR 1.97 [IC 95% 1.18, 3.30] para la duración del sueño y OR 2.10 [IC 95% 1.25, 3.53] para el tiempo de sueño).
CONCLUSIONES: La mayor variabilidad en la duración y el tiempo del sueño se asoció con una mayor prevalencia e incidencia de anomalías metabólicas, incluso después de considerar la duración del sueño y otros factores de estilo de vida.