Si eres profesional de la salud, OSMI te aconseja observar más de cerca la coenzima Q10 y su papel en las mitocondrias productoras de energía.
En los últimos años, se ha prestado mucha atención a las secuelas de los virus. Esto ha llevado a los científicos a presentar teorías que sugieren que diferentes tipos de virus estacionales pueden desencadenar afecciones como el Síndrome de Fatiga Crónica o EM (encefalomielitis miálgica).
Hoy es el Día Mundial de la Fibromialgia y del Síndrome de Fatiga Crónica
Aprovechamos la ocasión para divulgar un nuevo hallazgo científico que concluye que una concentración reducida de CoQ10 endógena puede bloquear parcialmente la transferencia de electrones en la cadena respiratoria, lo que resulta en una producción reducida de trifosfato de adenosina (ATP) en los pacientes después de COVID-19.
La terapia mitocondrial dirigida con suplementos de CoQ10 y rehabilitación de spa puede mejorar la salud mitocondrial y acelerar la recuperación de los pacientes después de COVID-19.
Algunos de los efectos retardados que aparecen a raíz de infecciones virales graves son similares a los síntomas que se observan en personas con Síndrome de Fatiga Crónica o EM (encefalomielitis miálgica). Estos incluyen factores como cansancio, dolor muscular, insomnio y problemas de memoria
Los datos de las epidemias de SARS y MERS en 2003 y 2015 muestran tendencias inquietantes, según la Dra.Carmen Scheibenbogen, inmunóloga y oncóloga. Concretamente, señala que los números sugieren un vínculo entre los brotes de virus y una mayor tasa de EM.
Si quieres conocer, entre otros descubrimientos, cómo la Q10 puede ayudar a las células a producir energía, entonces consulta la noticia completa aquí:
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