Juan Ignacio Pérez Iglesias, biólogo y catedrático de Fisiología y Cultura Científica de la Universidad del País Vasco, ha sido entrevistado por Julia Otero y no ha dudado en cuál debía ser su introducción: sentenciar que la salud animal, humana y medioambiental no puede considerarse como elementos aislados.
Este concepto de ‘One Health‘, que engloba la salud en los tres elementos de seres humanos, ecosistemas y animales, ha comenzado a resonar con mayor fuerza a raíz de la pandemia por Covid-19 (pangolín y murciélagos) puesto que su origen se encuentra en una zoonosis tal y como ya sucedió previamente con la Gripe A (granja de cerdos) o el anterior SARS (civeta).
Defiende la ciencia como un conjunto de disciplinas que se complementan, lo que resulta clave para abordar el problema con todas ellas y no por separado. Periodista y catedrático insisten en la importancia de la figura del veterinario para el correcto funcionamiento del ecosistema y explican que más de la mitad de enfermedades existentes son zoonosis, es decir, transmisiones de animales a humanos lo cuál se originó ya en el Neolítico. Estas epidemias se comenzaron a producir porque los patógenos enfermaban al ganado y, como consecuencia, a los seres humanos que lo consumían. Como estos no habían estado en contacto previo con las zepas nuevas que surgen de la combinación de los genomas de este virus reciente, se carece de las defensas específicas y, por ello, se produce tal porcentaje de muertes.
La destrucción de la biodiversidad o humanización de los ecosistemas es considerada, también, un factor de riego ya que supone un elemento estresante para los animales que se enferman y transfieren una carga viral alta de un virus no presentado previamente en el huésped al que contagian. En el caso de la actual fiebre del Nilo Occidental, los reservorios son las Aves siendo los mosquitos los principales transmisores tanto a personas como a caballos.