Comienza a concluirse la existencia de gran evidencia sobre que comer en un período de 6 horas y ayunar durante 18 puede desencadenar un cambio metabólico de la energía basada en glucosa a la cetona, con una mayor resistencia al estrés, una mayor longevidad y una menor incidencia de enfermedades, incluido el cáncer y la obesidad.