El uso de vitamina C intravenosa (IVC) para la terapia contra el cáncer ha sido durante mucho tiempo un área de intensa controversia. A pesar de esto, las altas dosis de IVC han sido administradas durante décadas por profesionales de la salud y médicos complementarios, con poca evidencia que resulta en una práctica clínica inconsistente. En esta revisión, planteamos una serie de preguntas relevantes tanto para los investigadores como para los médicos, y también para los propios pacientes, con el fin de identificar las brechas actuales en nuestro conocimiento. Estas preguntas incluyen: ¿Los pacientes de oncología han comprometido el estado de la vitamina C? ¿Es la vía intravenosa la ruta óptima de administración de vitamina C? ¿Es seguro el IVC? ¿La IVC interfiere con la quimioterapia o la radioterapia? ¿La IVC disminuye los efectos secundarios tóxicos de la quimioterapia y mejora la calidad de vida? ¿Cuáles son los mecanismos de acción relevantes de la VCI? ¿Cuáles son las dosis óptimas, la frecuencia y la duración de la terapia IVC? Los investigadores han hecho grandes avances en los últimos 20 años y han abordado muchos de estos aspectos importantes, como la mejor ruta para la administración, la seguridad, las interacciones con la quimioterapia, la calidad de vida y los posibles mecanismos de acción. Sin embargo, todavía no conocemos las respuestas a una serie de preguntas fundamentales sobre la mejor práctica clínica, como cuánto, con qué frecuencia y durante cuánto tiempo se debe administrar la VCI a los pacientes de oncología. Estas preguntas señalan el camino a seguir tanto para la investigación básica como para futuros ensayos clínicos.