Se sabe que la vitamina D está involucrada en la homeostasis mineral y ósea durante muchos años. En el pasado su uso principal era en el tratamiento de la osteoporosis y el raquitismo. En los últimos años se descubrió que la vitamina D es un agente modulador de la inmunidad y también puede tener un papel en varias enfermedades, incluidas las enfermedades autoinmunes. Los efectos de modulación inmunológica parecen estar mediados por la interacción de la vitamina D con el receptor de vitamina D (VDR) que tiene efectos transcripcionales y se expresa en varios tipos de células, especialmente en los del sistema inmunitario. Las enfermedades inmunológicas y reumatológicas fueron las primeras en estudiarse, pero en este momento se destacan las interacciones entre las células tumorales y la vitamina D. Esta revisión se centra en cuatro formas de cáncer que aparentemente se benefician de una suplementación de vitamina D durante el tratamiento: próstata, mama , y cánceres colorrectales y melanoma. Varios estudios informaron que existen diferencias entre los pacientes blancos y los negros, que analizamos en la revisión.
Enlace al estudio > https://www.clinicaltherapeutics.com/article/S0149-2918(17)30194-7/fulltext