Conseguir desarrollar una concepción cada vez resulta más complicado. ¿Por qué?
Una falta de vitaminas y minerales esenciales es clave en este asunto. En concreto, minerales como el selenio y zinc pueden aumentar las posibilidades de éxito. Además, son algunos de los minerales más difíciles de obtener en cantidades adecuadas, incluso si se lleva una dieta equilibrada. Las tierras de cultivo contienen muy poco selenio y zinc, por lo que muchas veces nuestra dieta no aporta la cantidad recomendada de estos minerales.
Científicos de la Universidad Médica de Silesia en Zabrze, Polonia, y colegas del Departamento de Ciencias Médicas y Quirúrgicas de la Universidad de Foggia, Italia publicaron recientemente un estudio en el que encontraron que los niveles de selenio y zinc eran significativamente más bajos en hombres con baja calidad del esperma.
Se sabe desde hace décadas que el selenio juega un papel particularmente vital en la contribución a la síntesis normal de células espermáticas. En 1998, un científico escocés llamado Alan MacPherson publicó un estudio en el British Journal of Urology. Había observado el efecto de la complementación con selenio sobre la motilidad y cantidad de los espermatozoides en un grupo de hombres con problemas de fertilidad que recibieron tratamiento en una clínica. Según el estudio, el selenio resultó en mejoras significativas y los resultados han sido los mismos en estudios posteriores.
Aunque los científicos aún no han podido establecer una relación clara de causa y efecto, sus conclusiones están respaldadas por colegas investigadores en los Estados Unidos.
“Durante más de 20 años, hemos podido ver una relación entre una glándula tiroidea hiperactiva (hipertiroidismo) y la opuesta (hipotiroidismo) y la fertilidad deficiente, los abortos espontáneos involuntarios y el parto prematuro”, dijo el Dr. Tomer Singer en relación con la publicación del estudio. Singer está especializado en endocrinología reproductiva en el Hospital Lenox Hill de Nueva York.
Una glándula tiroides hiperactiva secreta demasiada tiroxina, una hormona que es importante para nuestro metabolismo, entre otras cosas. Esto acelera la tasa metabólica y provoca una pérdida de peso inexplicable, sudoración intensa y agotamiento. Aparentemente, este proceso de exploración también aumenta el riesgo de aborto espontáneo.
En conclusión, el selenio contribuye a la función tiroidea normal y a la síntesis normal de espermatozoides. El zinc es necesario para la fertilidad normal y para mantener niveles normales de testosterona en la sangre. De esa manera, estos dos minerales representan un tándem vital.
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