El cambio climático ha sido un factor clave en la aparición del SARS-CoV-2, tal y como afirma este estudio reciente que sostiene que las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero durante el último siglo han convertido el sur de China en un punto crítico para la aparición de coronavirus transmitidos por murciélagos. La consecuencia del calentamiento sería la expansión de hábitats forestales favorables a los murciélagos.
En este artículo se explica que el incremento de temperaturas, los mayores niveles atmosféricos de CO2, los patrones de precipitación alterados y más iluminación (menos nubes) son el origen de un proceso de transformaciones a gran escala que ha convertido terrenos con matorrales tropicales en sábanas tropicales y bosques caducifolios. Todo ello originó un entorno adecuado para muchas especies de murciélagos de la región que viven predominantemente en los bosques.
El estudio halló que 40 especies de murciélagos adicionales se han trasladado a la provincia de Yunnan, en el sur de China, en el siglo, pasado hasta albergar alrededor de 100 tipos de coronavirus transmitidos por murciélagos. Se trata de la zona caliente o puerta de entrada donde los datos genéticos apuntan que puede haber aparecido el SARS-CoV-2.
Para la investigación, se trazó un mapa de cómo era la distribución de la vegetación en el mundo hace un siglo, para lo cual utilizaron registros de temperatura, precipitación y nubosidad. Luego se empleó la información sobre los requisitos de vegetación de las especies de murciélagos en el mundo para calcular la distribución mundial de cada especie a principios del siglo XX. Así, se estimó el rango geográfico de cada especie de murciélago individual para principios del siglo XX y para el presente.
El investigador Beyer concluye que a medida que el cambio climático alteró los hábitats, las especies abandonaron algunas áreas y se trasladaron a otras llevándose con ellas sus virus. Esto no solo modificó las regiones donde están presentes los virus sino que, también, permitió nuevas interacciones entre animales y virus, lo que provocó que más nuevos virus dañinos se transmitieran o evolucionaran.