Los biosistemas son complejos. Su fisiología está bien controlada con varios señales y procesos de retroalimentación negativa, que se describen en la filosofía oriental por medio de parejas de opuestos Yin-Yang (Y-Y). Las parejas Y-Y podrían describirse por las parejas promotor-supresor en una amplia gama de señales fisiológicas, creando la homeostasis del sistema complejo. Este tipo de control se presenta como fluctuaciones desde el valor promedio (media) de la señal. La media lleva una fluctuación ineludible (llamada ruido rosa o ruido 1/f). Todas las señales en homeostasis tienen entropía igual (SE = 1,8), lo cual es el carácter del equilibrio complejo. Las diversas señales opuestas de control (Y-Y) tienen diferentes escalas de tiempo que cambian con el envejecimiento. Los procesos con una escala de tiempo más pequeña se degradan con el envejecimiento, pero el ruido rosa asegura que las desviaciones de las señales del sistema homeostático saludable permanezcan constantes. Los meridianos están conectados a los sistemas de transporte generales que combinan el transporte de material e información con redes de transporte considerables, como la sangre, la linfa, los nervios, las uniones celulares, los citoesqueletos de sustancia mesenquimal «ground». Los meridianos en este sentido solo son líneas virtuales promediadas a partir de múltiples trayectorias realizadas para conectar dos puntos de acupuntura mediante los procesos de transporte de material, energía e información. La red de meridianos está diseñada por varios puntos de acoplamiento (acupuntos), que podrían ser perturbados por un estímulo activador. Nuestro objetivo es describir el sistema de meridianos desde el punto de vista de la complejidad.