La inflamación está asociada con el ejercicio extenuante y se ha demostrado que el metilsulfonilmetano (MSM) tiene propiedades antiinflamatorias. Los hombres físicamente activos fueron suplementados con placebo o MSM (3 gramos por día) durante 28 días antes de realizar 100 repeticiones de ejercicio excéntrico de extensión de rodilla. Las pruebas ex vivo e in vitro consistieron en evaluar la producción de citocinas en sangre (sangre entera y células mononucleares aisladas de sangre periférica (PBMC)) expuestas al lipopolisacárido (LPS), antes y durante 72 horas después del ejercicio, mientras que las pruebas in vivo incluyeron la evaluación de citocinas antes y hasta 72 horas después del ejercicio.
Resultados: La estimulación con LPS de sangre completa después de la suplementación con MSM resultó en una inducción disminuida de IL-1β, sin efecto sobre IL-6, TNF-α o IL-8. Después del ejercicio, hubo una respuesta reducida a LPS en el placebo, pero MSM resultó en una liberación robusta de IL-6 y TNF-α. Se observó una pequeña disminución en los niveles de reposo de las citocinas proinflamatorias con MSM, mientras que se observó un aumento agudo después del ejercicio en IL-10 con MSM.
Conclusión: El ejercicio extenuante provoca una reacción inflamatoria robusta que impide que las células respondan eficientemente a estímulos adicionales. El MSM parece amortiguar la liberación de moléculas inflamatorias en respuesta al ejercicio, lo que resulta en un entorno menos incendiario, lo que permite que las células aún tengan la capacidad de montar una respuesta adecuada a un estímulo adicional después del ejercicio.