La silimarina es el extracto de Silybum marianumo cardo mariano, y su principal compuesto activo es la silibina, que tiene un notable efecto biológico. Se emplea en diferentes trastornos del hígado, particularmente enfermedades hepáticas crónicas, cirrosis y carcinoma hepatocelular debido a su poder antioxidante, antiinflamatorio y antifibrótico. De hecho, el efecto antioxidante y antiinflamatorio de la silimarina está orientado a la reducción de los daños hepáticos relacionados con el virus a través del ablandamiento de la cascada inflamatoria y la modulación del sistema inmune. También tiene un efecto antiviral directo asociado con su administración intravenosa en la infección por el virus de la hepatitis C.
Con respecto al abuso de alcohol, la silimarina puede aumentar la vitalidad celular y reducir tanto la peroxidación lipídica como la necrosis celular. Además, el uso de silimarina / silibina tiene importantes efectos biológicos en la enfermedad del hígado graso no alcohólico. Estas sustancias antagonizan la progresión de la enfermedad del hígado graso no alcohólico al intervenir en varios objetivos terapéuticos: estrés oxidativo, resistencia a la insulina, acumulación de grasa en el hígado y disfunción mitocondrial. La silimarina también se emplea para la cirrosis hepática y el carcinoma hepatocelular que representan etapas finales comunes de diferentes hepatopatías mediante la modulación de diferentes patrones moleculares.
Por lo tanto, el objetivo de esta revisión es examinar los estudios científicos sobre los efectos derivados del uso de silimarina / silibina en enfermedades hepáticas crónicas, cirrosis y carcinoma hepatocelular. La silimarina también se usa en la cirrosis hepática y el carcinoma hepatocelular que representan etapas finales comunes de diferentes hepatopatías mediante la modulación de diferentes patrones moleculares.