La sobreproducción constante de moléculas proinflamatorias conduce a inflamación crónica. A diferencia de la inflamación aguda, que es esencial para la curación, la inflamación crónica puede retrasar la curación y, si no se controla, puede contribuir a una serie de enfermedades. Cada vez hay más pruebas de que algunos factores dietéticos pueden desempeñar funciones importantes para mantener la salud e incluso revertir la progresión de enfermedades crónicas, con efectos antiinflamatorios como mecanismo subyacente importante. Tales hallazgos se suman al cuerpo de evidencia de que ciertos componentes de la dieta, incluidos los polifenoles y otros tipos de compuestos, que se encuentran en varios factores de la dieta, como frutas, bayas, verduras, nueces, granos enteros y alimentos de origen marino pueden desempeñar un papel importante en atenuar y mitigar procesos proinflamatorios crónicos asociados con enfermedades crónicas.
aceite de pescado
Los suplementos de ácidos grasos omega-3 mejoran el perfil de riesgo cardiovascular de los sujetos con síndrome metabólico, incluidos los marcadores de inflamación y autoinmunidad
OBJETIVO:
El aceite de pescado contiene altas concentraciones de ácidos grasos omega-3 que han demostrado tener propiedades antiinflamatorias. Hemos evaluado los efectos de los suplementos de ácidos grasos omega-3 purificados en varios parámetros antropométricos y bioquímicos, incluidos los títulos de anticuerpos de la proteína de choque térmico (Hsp) 27 en sujetos con síndrome metabólico.
MÉTODOS
Los sujetos (n = 120) con síndrome metabólico (edad media de 52.9 +/- 11.9 años) fueron asignados aleatoriamente a uno de dos grupos: sesenta sujetos recibieron 1 gramo de aceite de pescado en una sola cápsula, que contenía 180 mg de ácido eicosapentaenoico y 120 mg de ácido docosahexaenoico al día durante 6 meses. Los sujetos de control no recibieron ningún suplemento durante el mismo período.
RESULTADOS
El estudio fue completado por 47 sujetos en el grupo de intervención y 42 sujetos en el grupo control. El tratamiento con suplementos de omega 3 se asoció con una caída significativa en el peso corporal (P <0.05), presión arterial sistólica (P <0.05), colesterol de lipoproteínas de baja densidad (P <0.05) y colesterol total (P <0.05), triglicéridos (P <0.05), proteína C reactiva de alta sensibilidad (hs-CRP) (P <0.01) y títulos de anticuerpos Hsp27 (P <0.05). No se observaron cambios significativos en el grupo control.
CONCLUSIÓN:
Parece que omega 3 mejora el perfil de riesgo cardiovascular de los sujetos con síndrome metabólico, teniendo efectos sobre el peso, la presión arterial sistólica, el perfil lipídico y los marcadores de inflamación y autoinmunidad.
Tratamiento potencial de la enfermedad del hígado graso no alcohólico humano con ácidos grasos poliinsaturados omega-3 de cadena larga
La enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD) es el trastorno hepático crónico más común en el mundo occidental. Su prevalencia ha aumentado con la creciente epidemia de obesidad, sin embargo, no se ha desarrollado un tratamiento definitivo, y el manejo óptimo sigue siendo un desafío clínico. Los ácidos grasos poliinsaturados omega-3 de cadena larga (AGPI) se han propuesto recientemente como un tratamiento potencial para la inflamación del hígado asociada con la acumulación de grasa. La literatura de PubMed y la base de datos ClinicalTrials.gov se revisaron para determinar los efectos del tratamiento con AGPI omega-3 en la NAFLD, desde los mecanismos hasta los resultados de los estudios preclínicos, los estudios en humanos y los ensayos clínicos en curso no informados, utilizando términos como NAFLD, esteatohepatitis no alcohólica, omega -3 ácidos grasos y aceite de pescado. Se enfatizaron los artículos publicados en los últimos 3-4 años, y se garantizó la relevancia escaneando sus resúmenes. Los estudios preliminares han confirmado un efecto de mejora, sin embargo, la traducción de datos tempranos prometedores en intervenciones terapéuticas tendrá que esperar los resultados de ensayos clínicos en curso más grandes, realizados adecuadamente.
Efectos similares a los ansiolíticos y antidepresivos de la dieta enriquecida con aceite de pescado en ratones deficientes en factor neurotrófico derivado del cerebro
A pesar de los avances significativos en la comprensión de la actividad terapéutica de los fármacos antidepresivos, la depresión resistente al tratamiento es un problema de salud pública que impulsa la investigación para identificar nuevas estrategias terapéuticas. La evidencia sugiere fuertemente que la nutrición podría ejercer un impacto significativo en el inicio, la duración y la gravedad de la depresión mayor. En consecuencia, las investigaciones preclínicas y clínicas demostraron los efectos beneficiosos de los ácidos grasos omega-3 en los trastornos de ansiedad y estado de ánimo. Aunque los sustratos neurobiológicos de su acción permanecen poco documentados, la investigación básica ha demostrado que omega-3 aumenta los niveles de factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF) en las regiones cerebrales asociadas con la depresión, como lo hacen los medicamentos antidepresivos. En contraste, se observaron niveles bajos de BDNF y atrofia del hipocampo en modelos animales de depresión.+/- ratones y sus compañeros de camada de tipo salvaje. Nuestros resultados demostraron una menor activación de Erk en ratones BDNF +/- mientras que este déficit fue rescatado por una dieta enriquecida con aceite de pescado. Paralelamente, los ratones BDNF +/- mostraron niveles elevados de 5-HT extracelular del hipocampo en relación con un nivel local reducido de proteína transportadora de serotonina. La dieta enriquecida con aceite de pescado restableció el tono serotoninérgico normal al aumentar los niveles de proteína del transportador de serotonina. A nivel celular, la dieta enriquecida con aceite de pescado aumentó el conjunto de neuronas inmaduras en la circunvolución dentada de BDNF +/-Los ratones y las últimas observaciones coinciden con su capacidad para promover la respuesta ansiolítica y antidepresiva en estos mutantes. En conjunto, nuestros resultados demuestran que los efectos beneficiosos de la exposición a largo plazo a la dieta enriquecida con aceite de pescado en paradigmas conductuales conocidos por recapitular diversas anormalidades relacionadas con el estado depresivo específicamente en ratones con una pérdida parcial de BDNF. Estos hallazgos contrastan con el mecanismo de acción de los fármacos antidepresivos actualmente disponibles para los cuales la manifestación completa de su actividad terapéutica depende de la mejora de la señalización serotoninérgica y BDNF. Se necesitan más estudios para determinar si la suplementación con aceite de pescado podría usarse como una estrategia adicional para las intervenciones farmacológicas convencionales en pacientes resistentes al tratamiento y modelos animales relevantes.
Una revisión metaanalítica de ensayos doble ciego controlados con placebo de la eficacia antidepresiva de los ácidos grasos omega-3
OBJETIVO:
La evidencia ha indicado una asociación entre la depresión y la baja ingesta dietética de ácidos grasos poliinsaturados omega-3 (AGPI). Sin embargo, los ensayos clínicos que examinaron el beneficio terapéutico de los PUFA omega-3 en la depresión mostraron resultados inconsistentes. El objetivo de este estudio es evaluar sistemáticamente la eficacia antidepresiva de los PUFA omega-3 mediante el uso de un método metaanalítico.
FUENTES DE DATOS:
Se realizaron búsquedas en las bases de datos MEDLINE, Embase y PsycINFO desde 1966 hasta agosto de 2006 utilizando las palabras clave (depresión O trastorno depresivo O trastorno del estado de ánimo) Y (omega-3 O EPA O DHA O ácido graso poliinsaturado O aceite de pescado). La búsqueda se limitó a literatura en inglés y ensayos clínicos.
SELECCIÓN DE ESTUDIO:
Se incluyeron diez estudios doble ciego controlados con placebo en pacientes con trastornos del estado de ánimo que recibieron AGPI omega-3 con un período de tratamiento de 4 semanas o más.
EXTRACCIÓN DE DATOS:
El tamaño del efecto (ES) de cada estudio individual se obtuvo calculando la diferencia de medias estandarizada. Se utilizó un modelo de efectos aleatorios para agrupar los ES de todos los estudios incluidos.
SÍNTESIS DE DATOS:
Al agrupar los resultados de 10 estudios incluidos (N = 329), encontramos un efecto antidepresivo significativo de los AGPI omega-3 (ES = 0.61, p = .003). Del mismo modo, los AGPI omega-3 mejoraron significativamente la depresión en pacientes con depresión claramente definida (ES = 0,69, p = .002) o con trastorno bipolar (ES = 0,69, p = .0009). La dosis de ácido eicosapentaenoico (EPA) no cambió significativamente la eficacia antidepresiva. Sin embargo, se observó una heterogeneidad significativa entre estos estudios y un sesgo de publicación.
CONCLUSIONES
Aunque nuestro metaanálisis mostró una eficacia antidepresiva significativa de los PUFA omega-3, aún es prematuro validar este hallazgo debido al sesgo de publicación y la heterogeneidad. Se necesitan más ensayos a gran escala y bien controlados para descubrir los sujetos objetivo favorables, la dosis terapéutica de EPA y la composición de los PUFA omega-3 en el tratamiento de la depresión.
Ácidos grasos poliinsaturados omega-3 y enfermedades cardiovasculares
La terapia con ácidos grasos poliinsaturados omega-3 (FA-3 PUFA) continúa mostrando una gran promesa en la prevención primaria y, en particular, en la prevención secundaria de enfermedades cardiovasculares (CV). La evidencia más convincente de los beneficios CV de PU-3 PUFA proviene de 4 ensayos controlados de casi 40,000 participantes asignados al azar para recibir ácido eicosapentaenoico (EPA) con o sin ácido docosahexaenoico (DHA) en estudios de pacientes en prevención primaria, después de infarto de miocardio, y más recientemente, con insuficiencia cardíaca (IC). Discutimos la evidencia de estudios epidemiológicos retrospectivos y de grandes ensayos controlados aleatorios que muestran los beneficios de PU-3 PUFA, específicamente EPA y DHA, en la prevención primaria y secundaria de CV y brindamos información sobre los posibles mecanismos de estos beneficios observados. El consumo objetivo de EPA + DHA debe ser de al menos 500 mg / día para personas sin enfermedad CV subyacente manifiesta y de al menos 800 a 1,000 mg / día para personas con enfermedad coronaria y insuficiencia cardíaca conocidas. Se necesitan más estudios para determinar la dosificación óptima y la relación relativa de DHA y EPA ω-3 PUFA que proporciona la máxima cardioprotección en aquellos con riesgo de enfermedad CV, así como en el tratamiento de trastornos miocárdicos ateroscleróticos, arrítmicos y primarios.