Microinmunoterapia
La microinmunoterapia, o inmunoterapia en bajas dosis, es un tratamiento destinado a regular el sistema inmunitario para restablecer su correcto funcionamiento y/o frenar su reacción cuando es exagerada. Generalmente utiliza sustancias inmunitarias, preparadas en bajas dosis (low y ultra-low doses), con el fin de respetar en todo momento el funcionamiento de la inmunidad natural del individuo.
Información general
La microinmunoterapia o inmunoterapia en bajas dosis es un tratamiento destinado a regular el sistema inmunitario para restablecer su correcto funcionamiento y/o frenar su reacción cuando es exagerada.
Utiliza sustancias inmunitarias, preparadas en bajas dosis (low y ultra-low doses), con el fin de respetar en todo momento el funcionamiento de la inmunidad natural del individuo. Esto la convierte en un tratamiento bien tolerado por el organismo, que puede incluirse dentro de la estrategia de tratamiento del profesional sanitario integrativo.
Versión ampliada:
La microinmunoterapia no busca sustituir el sistema inmunitario, sino transmitirle de forma precisa las informaciones necesarias para ayudarle a recuperar el equilibrio (homeostasis). Precisamente, a nivel fisiológico los mediadores inmunitarios circulan en nuestro organismo a concentraciones muy pequeñas, del orden de los nanogramos (10-9g), picogramos (10-12g) o fentogramos (10-15g) porque son moléculas muy activas, y los cambios en su concentración, aún siendo sutiles, pueden provocar efectos muy potentes en el organismo. La mejor forma de favorecer una respuesta óptima del organismo, es dirigirse a él en su mismo lenguaje.
Los tratamientos de microinmunoterapia están diseñados para apoyar y recuperar la efectividad del sistema inmunitario. Para ello, utilizan un amplio abanico de sustancias inmunitarias, tales como citoquinas, hormonas, factores de crecimiento o ácidos nucleicos preparadas en bajas dosis, es decir, dosis similares o inferiores a las que se encuentran en el organismo.
Estas sustancias se administran siguiendo una secuencia específica, con el fin de actuar a nivel de la señalización inmunitaria, organizada en etapas secuenciales. Además, según si lo que se busca es estimular, regular o frenar sus efectos en el organismo, los niveles de concentración de estos compuestos pueden variar dentro de la misma fórmula.
La microinmunoterapia se administra de forma sublingual, siendo ésta la vía más rápida y directa a los tejidos linfoides presentes en esta área anatómica.
Los medicamentos de microinmunoterapia se presentan en estuches de 30 cápsulas, numeradas del 1 al 10, para facilitar el seguimiento de la secuencia por parte del paciente.
La microinmunoterapia se puede utilizar en patologías que cursan con un desequilibrio del sistema inmunitario. Su campo de aplicación deriva de sus componentes y de las diluciones empleadas. En líneas generales, engloba las siguientes áreas terapéuticas:
Infecciones
Las infecciones, sean de origen vírico, bacteriano, parasitario o fúngico, ocurren cuando un patógeno es capaz de invadir el organismo y reproducirse. Nuestro cuerpo se enfrenta a diario con multitud de microorganismos potencialmente dañinos, que acceden a nuestro cuerpo a través de la alimentación, de las heridas de la piel, de las vías respiratorias, etc. Sin embargo, en la mayoría de los casos, nuestras defensas son capaces de detectarlos y eliminarlos rápidamente. Sólo en algunos pocos casos, estas infecciones causan enfermedades: cuando la respuesta inmunitaria es insuficiente o deficiente. Cabe destacar asimismo que algunos patógenos pueden permanecer latentes en el organismo, una vez que han infectado un huésped, pudiendo reactivarse cuando bajan las defensas. Algunos ejemplos son el virus de Epstein-Barr, el herpes varicela-zóster o el citomegalovirus.
En el caso de las infecciones, la microinmunoterapia busca ayudar al sistema inmunitario del paciente a detectar los patógenos causantes de la enfermedad y controlar su multiplicación en el organismo.
Enfermedades autoinmunes
Las enfermedades autoinmunes son aquellas patologías en las que el propio sistema inmunitario ataca por error nuestro organismo. Generalmente se asocian a una respuesta exagerada del sistema inmunitario y a un estado inflamatorio crónico. Suelen ser afecciones más frecuentes en mujeres, y son de origen multifactorial: pueden originarse por una predisposición genética del paciente, y la acción de algún desencadenante ambiental, como por ejemplo una infección por el virus de Epstein-Barr. Algunos ejemplos son la tiroiditis de Hashimoto, la enfermedad de Crohn, la artritis reumatoide, el lupus, la esclerosis múltiple o la fibromialgia.
En estas patologías, la microinmunoterapia, dentro de una estrategia terapéutica adaptada al paciente, tiene por objetivo ayudar al sistema inmunitario a recuperar su correcto funcionamiento y a evitar una respuesta excesiva. También puede ser útil para controlar la influencia de agentes infecciosos involucrados o situaciones de estrés, factores que contribuyen habitualmente a la progresión de las enfermedades autoinmunes.
Trastornos inflamatorios
La inflamación es una característica común a muchas enfermedades. La inflamación puede der de carácter agudo, cuando es limitada en el tiempo, o bien puede persistir y tornarse crónica, pudiendo desencadenar multitud de desequilibrios en el organismo y promover, por ejemplo, enfermedades autoinmunes.
La microinmunoterapia puede ser una herramienta útil en el tratamiento de la inflamación, ayudando al organismo a regresar a un estado de normalidad y a frenar la tendencia a la cronicidad.
Estados de estrés y trastornos relacionados
El estrés, sobre todo cuando es crónico, puede tener importantes consecuencias para el sistema inmunitario, promocionando una bajada de las defensas naturales que nos hace más susceptibles a sufrir otras enfermedades. Precisamente, cada día más estudios revelan relaciones entre trastornos asociados con el estrés crónico o la depresión con desequilibrios del sistema inmunitario.
Además, es importante destacar que a medida que envejecemos la respuesta inmunitaria frente a estos estados es más lenta y deficiente, lo que nos hace aún más susceptibles a desarrollar enfermedades relacionadas.
En casos de estrés agudo o crónico, la microinmunoterapia tiene como objetivo ayudar al organismo a recuperar el equilibrio y enfrentarse de forma más eficiente a estas situaciones.
Oncología
Como parte de su misión, la inmunidad se encarga de mantener bajo control el potencial desarrollo de células tumorales. El mecanismo por el cuál éstas células son capaces de escapar al control del sistema inmunológico o incluso manipularlo en su favor para evitar ser destruidas y desarrollar un cáncer no está aún del todo esclarecido. Sin embargo, la investigación actual muestra el gran potencial que posee la inmunoterapia en esta área.
En procesos oncológicos, la microinmunoterapia puede utilizarse como complemento a los tratamientos habituales con el objetivo de ayudar a reconducir la respuesta inmunitaria hacia la detección y destrucción de las células cancerígenas.
La microinmunoterapia puede integrarse perfectamente dentro de la estrategia de tratamiento del médico integrativo:
- Está destinada a regular la inmunidad, y es compatible con otros tratamientos, pudiendo actuar en sinergia con ellos.Las bajas dosis utilizadas en los tratamientos de microinmunoterapia garantizan su buena tolerancia en el paciente y la ausencia de efectos secundarios.
- Los medicamentos de microinmunoterapia se administran de forma sublingual, lo que facilita la toma en todo tipo de pacientes.
- Puede utilizarse en prevención, en trastornos agudos y/o crónicos, y busca ayudar a regular la respuesta del sistema inmunitario a largo plazo.
- La microinmunoterapia no sustituye la toma de otros tratamientos.
Por sus características, la microinmunoterapia es un tratamiento generalmente bien tolerado por los pacientes. Las bajas dosis (low y ultra-low doses) a las que se encuentran las sustancias activas de los medicamentos de microinmunoterapia les confiere pocos efectos secundarios.
No obstante, los medicamentos de microinmunoterapia se encuentran contraindicados en caso de hipersensibilidad a alguno de los principios activos o de los excipientes contenidos en las fórmulas. En este sentido, si el paciente padece una intolerancia a ciertos azúcares, como por ejemplo una intolerancia a la lactosa, es importante que informe a su médico para que pueda evaluar la pertinencia de su administración.
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