Gingko biloba se ha utilizado durante cientos de años para tratar diversos trastornos como el asma, el vértigo, la fatiga y el tinnitus o problemas circulatorios. La neuroprotección es un área de investigación en rápida expansión. Esta área es de particular interés debido a que representa una nueva vía de terapia para una enfermedad frustrante que puede progresar a pesar del tratamiento óptimo. Una de esas enfermedades es el glaucoma.
El objetivo de esta revisión es proporcionar una opinión científica sobre las indicaciones para Ginkgo biloba como terapia adyuvante para pacientes con glaucoma de tensión normal y para pacientes con glaucoma de alta tensión que progresan a pesar de una presión intraocular normalizada.
El glaucoma conduce a la pérdida de las células ganglionares de la retina y sus axones, pero también a la remodelación del tejido, que involucra tanto la cabeza del nervio óptico como la retina. En la retina se activan los astrocitos. Además, el nervio óptico se adelgaza y las células del ganglio geniculado lateral desaparecen parcialmente. En promedio, el flujo sanguíneo ocular (OBF) se reduce en pacientes con glaucoma en varios tejidos del ojo. El aumento de la presión intraocular (PIO) es un factor de riesgo importante para el daño glaucomatoso. Sin embargo, hay pocas dudas de que otros factores de riesgo además de la PIO están involucrados. Uno de esos factores de riesgo es una desregulación vascular primaria (PVD) que ocurre en pacientes con una autorregulación alterada, otro factor de riesgo es el estrés oxidativo.