La luteína (L) y la zeaxantina (Z) son carotenoides dietéticos derivados de vegetales de hojas verde oscuro, frutas naranjas y amarillas que forman el pigmento macular de los ojos humanos. Se planteó la hipótesis de que protegen contra los trastornos visuales y las enfermedades cognitivas, como la degeneración macular relacionada con la edad (DMAE), cataratas relacionadas con la edad (ARC), enfermedades cognitivas, retinopatía isquémica / hipoxia inducida, daño leve de la retina, retinitis pigmentosa, desprendimiento de retina, uveítis y retinopatía diabética. El mecanismo por el cual están involucrados en la prevención de enfermedades oculares puede deberse a sus propiedades físicas de filtración de luz azul y actividad antioxidante local. Además de sus funciones protectoras contra el daño oxidativo inducido por la luz, Hay evidencias crecientes de que L y Z también pueden mejorar la función ocular normal al mejorar la sensibilidad al contraste y reducir la discapacidad del deslumbramiento. Las encuestas sobre la suplementación con L y Z han indicado que las ingestas moderadas de L y Z están asociadas con un menor riesgo de AMD y menos discapacidad visual. Además, esta revisión analiza las cantidades de consumo apropiadas, la seguridad del consumo de L, los efectos secundarios y las futuras direcciones de investigación.
cataratas
Los antioxidantes en el proceso de patología ocular
La influencia de los antioxidantes en los procesos oculares ha tomado en los últimos años una relevancia importante por sus efectos en la salud visual. El estrés oxidativo es un factor implicado en el desarrollo de las principales patologías tales como cataratas, glaucoma y degeneración macular asociada a la edad (DMAE).El objetivo de este estudio es establecer la evidencia científica que existe sobre los distintos tipos de antioxidantes y sus efectos en procesos patológicos oculares mediante una revisión sistemática.
PubMed Abstract> https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/28421807
La importancia de la nutrición en la prevención de la enfermedad ocular, con especial referencia a la catarata.
La revisión analiza los vínculos de varios micronutrientes y antioxidantes, así como el estrés oxidativo con cataratas. Las intervenciones dietéticas como estrategia para la prevención de cataratas y otros trastornos oculares también se revisan. El consumo de antioxidantes a base de alimentos como luteína β-caroteno y zeaxantina parece ser útil para el tratamiento de la degeneración macular y las cataratas. Los suplementos de vitamina A, vitamina C, vitamina E y zinc pueden prevenir la degeneración macular avanzada relacionada con la edad solo en personas de alto riesgo.
Enlace al estudio> https://www.karger.com/Article/Abstract/316477