La Escuela Nacional de Sanidad (ENS-ISCIII) y el CIBER de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP) del ISCIII han colaborado en una investigación, dirigida por la Universidad de Alicante (UA), cuyo objetivo es analizar las consecuencias de la COVID-19 en población gitana y determinar los impactos de la pandemia en ámbitos como la salud, la educación, el empleo o en los ingresos económicos en familias usuarias de entidades gitanas de toda España.
Los resultados reflejan que la COVID-19 ha puesto en evidencia las desigualdades socioeconómicas preexistentes en España, también en el caso de la comunidad gitana. Los investigadores señalan en las conclusiones del estudio que los resultados no pueden ser extrapolados al conjunto de la población gitana, pero que sí suponen una importante aproximación a la situación del sector de la comunidad gitana en una situación de mayor vulnerabilidad, aquel con el que trabajan las asociaciones gitanas. El estudio está dirigido por Javier Arza, de la UA, y en él participan Belén Sanz (Escuela Nacional de Sanidad-ISCIII), y Diana Gil y Carmen Vives (CIBERESP-Universidad de Alicante), entre otros investigadores.
En relación con la educación, el informe apunta que «la mitad de los hogares con menores refieren haber encontrado dificultades para que sigan sus estudios desde casa». Varias son las razones a las que aluden. La primera es la brecha digital, que afecta al 26% de los hogares, que declaran no contar con equipamiento informático. La segunda es la brecha de transmisión de conocimiento: se ha observado que en un 18% del total de hogares declara que los y las menores no pueden comprender los contenidos o tareas propuestas por el profesorado y, además, que en un 14% de hogares se afirma no contar entre sus miembros con alguna persona que pueda apoyar al estudiante o estudiantes en la comprensión de las tareas o de los contenidos de las materias de estudio.
La tercera brecha es la escolar, donde se encuentra que un 17% de los hogares plantea como dificultad la falta de instrucciones por parte del profesorado o de los centros escolares y el 15% de la muestra refiere no tener acceso a los libros de texto y los materiales necesarios.
En cuanto al ámbito del empleo, una de cada dos personas entrevistadas ha visto la actividad laboral de miembros de su hogar perjudicada de alguna forma durante el confinamiento. La gran mayoría, el 90%, señala que en su hogar ninguna persona ha podido adaptar su actividad laboral al teletrabajo.
Igualmente, algo más de la mitad de los hogares han sufrido una notable reducción de sus ingresos económicos. Ha subido 20 puntos el porcentaje de hogares que afirman tener entre sus miembros una sola persona con ingresos (del 41,4% al 61,2%), así como los hogares que no tienen ningún ingreso, que aumentan 7 puntos (del 2,6% al 9,5%).