Las mujeres hispanas tienen una menor incidencia de cáncer de seno y una menor mortalidad basada en la población que las mujeres blancas no hispanas (NHW). Sin embargo, las hispanas con cáncer de seno son más jóvenes, tienen una enfermedad más avanzada en la presentación y tienen más probabilidades de tener subtipos agresivos de cánceres de seno (triple negativo y HER2 positivo) que NHW. Como resultado, las mujeres hispanas con cáncer de seno tienen una mortalidad más alta que la NHW. Los datos muestran que los factores socioeconómicos (bajo SES, falta de seguro, falta de acceso a la atención) son los contribuyentes más importantes a estas disparidades. Las mayores disparidades en los resultados y la mortalidad existen entre los subconjuntos de cáncer de mama joven. Presumimos que los factores SES bajos y el aumento del estrés asociado y los malos hábitos alimenticios conducen a una mayor incidencia de obesidad infantil en los hispanos. La obesidad conduce a una mayor producción de IL-6 en suero y otras adipocinas, aumentando la transcripción de aromatasa y esto, a su vez, lleva a un incremento de los estrógenos séricos y los metabolitos de estrógenos genotóxicos, lo que contribuye a una mayor incidencia de cáncer de mama de inicio temprano con su peor pronóstico. Datos recientes apoyan esta hipótesis, mostrando que la obesidad en las niñas prepúberes conduce a mayores concentraciones de estradiol en suero y mayores niveles de metabolitos de estrógenos genotóxicos. Los datos epidemiológicos muestran que la exposición prolongada a anticonceptivos hormonales conduce a un mayor riesgo de cáncer de seno, lo que respalda la idea de que un factor potencial en la carcinogénesis de seno y las disparidades de cáncer de seno es un continuo de mayor exposición al estrógeno desde la primera infancia hasta la edad adulta.