La sepsis, una disfunción orgánica potencialmente mortal debido a una respuesta desregulada del huésped a la infección, es una causa principal de morbilidad y mortalidad en todo el mundo. Décadas de investigación no han podido identificar ningún objetivo terapéutico específico fuera de los antibióticos, la eliminación de fuentes infecciosas y la atención de apoyo. Más recientemente, la vitamina C se ha convertido en un agente terapéutico potencial para tratar la sepsis. Se ha demostrado que la vitamina C es deficiente en pacientes sépticos y la administración de altas dosis intravenosas en comparación con la vitamina C oral conduce a niveles séricos notablemente mejorados y elevados. Su papel fisiológico en la sepsis incluye atenuar el estrés oxidativo y la inflamación, mejorar la síntesis de vasopresores, mejorar la función de las células inmunes, mejorar la función endovascular y las modificaciones inmunológicas epigenéticas. Múltiples ensayos clínicos han demostrado la seguridad de la vitamina C y dos estudios recientes han mostrado datos prometedores sobre la mejora de la mortalidad. Actualmente, se están realizando estudios controlados aleatorios más grandes para validar estos hallazgos. Con estudios adicionales, la vitamina C puede convertirse en un estándar de atención para el tratamiento de la sepsis, pero dado su perfil de seguridad, el tratamiento actual puede justificarse con un uso compasivo.