La mayoría de los estudios sobre el té se han basado en medidas neuropsicológicas, y mucho menos en medidas de neuroimagen, especialmente para las conexiones interregionales. Hasta la fecha, no se ha explorado el efecto del té en las redes cerebrales a nivel de sistema. Reclutamos participantes mayores sanos en dos grupos de acuerdo con su historial de frecuencia de consumo de té e investigamos las redes funcionales y estructurales para revelar el papel del consumo de té en la organización del cerebro. Los resultados mostraron que beber té dio lugar a una organización estructural más eficiente, pero no tuvo un efecto beneficioso significativo en la organización funcional global. La supresión de la asimetría hemisférica en la red de conectividad estructural se observó como resultado del consumo de té. No observamos ningún efecto significativo del consumo de té en la asimetría hemisférica de la red de conectividad funcional. Además, la fuerza de conectividad funcional dentro de la red en modo predeterminado (DMN) fue mayor para el grupo que tomaba té, y se observó la coexistencia de fuerzas de conexión crecientes y decrecientes en la conectividad estructural de la DMN. Nuestro estudio ofrece la primera evidencia de la contribución positiva del consumo de té a la estructura cerebral y sugiere un efecto protector sobre la disminución de la organización cerebral relacionada con la edad.