El 98% de las personas con Enfermedad de Parkinson (EP) tienen síntomas no-motores, de los cuales entre el 40 – 90% presentan dolor. El dolor es consecuencia de fluctuaciones motoras, contracciones musculares distónicas, dolor visceral profundo y dolor musculoesquelético. Según avanza la enfermedad, el umbral del dolor disminuye siendo más frecuente y fácil experimentar dolor.
En los ensayos clínicos sobre síntomas subjetivos, como es el dolor, siempre se busca tener una forma de medir objetivamente la respuesta al tratamiento. En este estudio controlado y aleatorizado en personas con EP y dolor se utilizan 16 sesiones de Acupuntura (8 semanas) a un grupo (n=9) y el otro sin Acupuntura actúa de control (n=7). Después del tratamiento de Acupuntura se observa una disminución significativa de dolor medido en la escala Kings Parkinson Disease Pain Scales (KPPS)(-46.2%, p=0.023) y de la puntuación en la escala Unified Parkinson’s Disease Rating Scale (UPDRS) (-21.6%, p=0.005). Manteniéndose el efecto sobre el dolor en el seguimiento a los 3 meses.
A nivel de conectividad funcional después del estudio se observa una diferencia significativa a favor del grupo que recibió Acupuntura comparado con el que no lo recibió. Encontrándose 4 conexiones entre 7 regiones anatómicas que presentaban conectividad aumentada en el grupo de Acupuntura.
De esta manera el mecanismo de alivio del dolor que se obtiene con la Acupuntura en pacientes con EP es por la alteración del matriz del dolor a nivel cerebral, localizado a nivel de corteza somatosensorial primaria, giro temporal medio, giro insular y corteza orbitofrontal medial, regiones relacionados con aspectos discriminativos sensoriales y emocionales del dolor.
La rs-fMRI aporta evidencia objetiva basada en imágenes de la mejoría clínica del tratamiento de Acupuntura, de manera que aumenta la confianza, tanto para pacientes como para médicos, de que la Acupuntura puede ser una herramienta analgésica efectiva y segura para personas con EP.