Evidencia significativa apoya la efectividad y seguridad de varios enfoques de tratamiento complementario o integrador para problemas comunes de atención primaria. La acupuntura es efectiva en el tratamiento del dolor lumbar crónico. Las intervenciones mente-cuerpo, como la terapia cognitivo-conductual, el yoga, el tai chi, el qi gong y la musicoterapia pueden ser útiles para tratar el insomnio. El ejercicio puede reducir los síntomas de ansiedad. Las preparaciones a base de plantas y los suplementos nutricionales pueden ser útiles como terapia de primera línea para ciertas afecciones, como el aceite de pescado para la hipertrigliceridemia, la hierba de San Juan para la depresión y el extracto de Ginkgo biloba para la demencia, o como terapia complementaria, como la coenzima Q10 para la insuficiencia cardíaca . La suplementación con probióticos puede reducir significativamente la probabilidad de diarrea asociada a antibióticos. Los médicos deben advertir a los pacientes sobre las interacciones y aconsejarles sobre la calidad y la seguridad de los suplementos herbales y nutricionales.
Alrededor de un tercio de los adultos estadounidenses en 2012 informaron que usaron terapias complementarias en el año anterior, según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Los estudios han demostrado que del 12% al 64% de los pacientes no divulgan este uso a su médico. La Academia Estadounidense de Médicos de Familia aboga por evaluaciones basadas en la evidencia de la medicina integrativa para facilitar la educación, el tratamiento y el asesoramiento de los pacientes. Este artículo discutirá la evidencia de ocho de las intervenciones integradoras mejor estudiadas, que son de atención primaria los médicos deberían considerar incorporarlos a sus prácticas.