La vitamina K no solo es esencial para la síntesis de factores de coagulación en el hígado, sino que también fortalece los huesos y previene la calcificación de las arterias. Estos efectos están mediados por el mismo mecanismo, es decir, la carboxilación de proteínas diana Gla. El descubrimiento de nuevas proteínas Gla que no están asociadas con la coagulación de la sangre o el metabolismo del calcio indica que la vitamina K tiene efectos adicionales en el páncreas y el sistema nervioso central, por ejemplo. Como suplementos dietéticos, la vitamina K1 de origen vegetal y las vitaminas K2 de origen bacteriano pueden ejercer diferentes efectos.