Fondo
El selenio y la coenzima Q10 son necesarios para la función celular óptima en el cuerpo. La ingesta de selenio es baja en Europa, y la producción endógena de coenzima Q10 disminuye a medida que aumenta la edad. Por lo tanto, se realizó un ensayo de intervención con selenio y coenzima Q10 durante cuatro años como suplemento dietético. La publicación principal informó una reducción de la mortalidad cardiovascular como resultado de la intervención. En el presente subestudio, el objetivo fue determinar si la mortalidad cardiovascular (CV) reducida persistía después de 12 años, en la población suplementada o en subgrupos con diabetes, hipertensión, cardiopatía isquémica o capacidad funcional reducida debido a la función cardíaca deteriorada.
Métodos
De un municipio rural de Suecia, se incluyeron cuatrocientos cuarenta y tres personas mayores sanas. Se registró toda la mortalidad cardiovascular y no se perdió ningún participante en el seguimiento. Según los certificados de defunción y los resultados de la autopsia, se registró la mortalidad.
Recomendaciones
Después de 12 años, se pudo ver una mortalidad CV significativamente reducida en aquellos suplementados con selenio y coenzima Q10, con una mortalidad CV de 28.1% en el grupo de tratamiento activo y 38.7% en el grupo de placebo. Un análisis de regresión de Cox multivariante demostró un riesgo reducido de mortalidad CV en el grupo de tratamiento activo (HR: 0,59; IC del 95%: 0,42 a 0,81; P = 0,001). En aquellos con cardiopatía isquémica, diabetes, hipertensión y capacidad funcional deteriorada, demostramos un riesgo de mortalidad CV significativamente reducido.
Conclusiones
Este es un seguimiento de 12 años de un grupo de participantes ancianos sanos que fueron suplementados con selenio y coenzima Q10 durante cuatro años. Incluso después de doce años, observamos un riesgo significativamente menor de mortalidad CV en este grupo, así como en subgrupos de pacientes con diabetes, hipertensión, cardiopatía isquémica o capacidad funcional deteriorada. Los resultados validan los resultados obtenidos en la evaluación de 10 años.
La acción protectora no se limitó al período de intervención, sino que persistió durante el período de seguimiento. Los mecanismos detrás de este efecto aún no se han dilucidado por completo, aunque previamente se han identificado varios efectos sobre la función cardíaca, el estrés oxidativo, la fibrosis y la inflamación. Como se trataba de un estudio pequeño, las observaciones deberían considerarse como generadoras de hipótesis.