En lugar de una Jerarquía de Evidencia, proponemos un Modelo Circular. Esto implicaría una multiplicidad de métodos, utilizando diferentes diseños, contrarrestando sus fortalezas y debilidades individuales para llegar a evidencia pragmática pero igualmente rigurosa que proporcionaría una ayuda significativa en la innovación clínica y de sistemas de salud. Dicha evidencia informaría mejor a las agencias nacionales de evaluación de tecnología de atención médica y promovería una reforma de salud basada en evidencia.