Los niveles bajos de zinc en plasma, ya sean congénitos o adquiridos, están asociados con anormalidades inmunes, procesos de cicatrización deteriorados y una mayor susceptibilidad a las infecciones. La evidencia hasta la fecha indica que cantidades adecuadas de zinc son esenciales para mantener la integridad del sistema inmune y que las personas infectadas con VIH-1 son una población particularmente susceptible a la deficiencia de zinc.
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/10801954
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