El zinc es un micronutriente esencial requerido para muchos procesos celulares, especialmente para el desarrollo normal y la función del sistema inmune. La homeostasis y la señalización del zinc son críticas en la activación inmune, y un desequilibrio en la homeostasis del zinc está asociado con el desarrollo de enfermedades crónicas. La deficiencia de zinc causa un deterioro significativo en las respuestas inmunes adaptativas e innatas, y promueve la inflamación sistémica. Los ancianos son una población particularmente susceptible a la deficiencia de zinc. Las encuestas nacionales indican que una porción significativa de la población de edad avanzada tiene una ingesta inadecuada de zinc, y se observa una disminución en el estado del zinc con la edad. Existen notables similitudes entre los rasgos distintivos de la deficiencia de zinc y la disfunción inmunológica en individuos de edad avanzada