El avance de la edad es un importante factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares. Se cree que la etiología de varios trastornos cardiovasculares implica una función mitocondrial y un estrés oxidativo alterados. La coenzima Q10 (CoQ10) actúa como un antioxidante y como un aceptor de electrones a nivel de las mitocondrias. Además, en pacientes cardíacos, se ha encontrado que la CoQ10 plasmática es un predictor independiente de mortalidad.
Basado en el papel fundamental de Coenzima Q10 en la bioenergética mitocondrial y sus bien conocidas propiedades antioxidantes, se han llevado a cabo varios ensayos clínicos que evalúan la Coenzima Q10 en los trastornos cardiovasculares del envejecimiento, incluida la insuficiencia cardíaca crónica, la hipertensión y la disfunción endotelial. La Coenzima Q10 como terapia parece ser segura y bien tolerada.